Muchas personas actualmente no tienen conocimiento alguno respecto a las ventajas de los termos eléctricos, así que en este post te presentaremos las principales para infórmate y para que puedas tomar provecho de ello.
Al momento de calentar agua existen dos medios para hacerlo, mediante calentamiento a gas o mediante calentamiento eléctrico. En realidad, no existe el mejor sistema de calentamiento, todo depende de las necesidades, las condiciones de la vivienda y los requerimientos de los usuarios para decantarse por uno u otro. En este artículo nos centraremos en el sistema de calentamiento de los termos eléctricos para que tú mismo puedes determinar si éste es el más conveniente para tu hogar.
Funcionamiento de los termos eléctricos
Básicamente, los termos eléctricos son agentes de retención y calefacción de agua, basados en el calentamiento producido por resistencias eléctricas. Es decir, el agua de las tuberías llega fría a nuestros termos eléctricos que acumulan y calientan un determinado volumen para nuestro consumo diario.
Los termos eléctricos producen un calentamiento promedio del agua de hasta 50 °C, sin embargo, la temperatura deseada puede ser regulada a través de un termostato. El termo eléctrico calentará el agua hasta la temperatura requerida y luego se apagará (para ahorrar energía eléctrica), seguidamente, cuando la temperatura del agua calentada disminuya un par de grados, el termo eléctrico se volverá a encender hasta llegar a la temperatura deseada, y así sucesivamente seguirá el ciclo de calentamiento. El volumen de agua capaz de calentar dependerá del depósito del termo eléctrico; en presentaciones pequeñas el termo es de 30 litros y en grandes presentaciones el termo es de hasta 100 litros.
¿Qué beneficios me otorga un termo eléctrico?
- No requieren instalación de gas: las instalaciones de gas suelen ser costosas y delicadas, ya que transportan un fluido altamente inflamable y peligroso. Algunas familias no pueden darse el lujo de contratar servicios de gas, mientras que otras son temerosas de las potencialidades perniciosas del gas. En ese sentido, la mejor y más segura alternativa al gas es sin lugar a dudas la electricidad, la cual puedes usar como alimentación de tu termo eléctrico sin la necesidad de instalar un circuito especial para ello.
- No es tan peligroso como el gas: como se esbozó, el gas es un agente altamente explosivo y tóxico para la vida humana, por lo que si usas elementos que consuman gas, las medidas preventivas que debes tomar son muchas para evitar fugas o problemas relativos. En cambio, con un termo eléctrico sólo deberás preocuparte por que el equipo funcione bien y, además, no requieren ser instalados al lado de las ventanas como sucede con los equipos que operan a gas.
- Agua caliente en todo momento: las fluctuaciones en el calentamiento a gas del agua, hace que la temperatura de una determinada cantidad de flujo sea irregular, en contraste con lo que sucede con los termos eléctricos, donde el calentamiento es constante y homogéneo.
- No hay problemas de presión: en los termos eléctricos, la presión no es un factor que deba ser considerado y regulado constantemente a diferencia de los equipos de gas, donde la baja presión con la que viene el agua por tuberías no puede ser aumentada de ninguna manera. En contraste, en los termos eléctricos la baja presión se aumenta gracias al depósito de agua con el que cuenta.
- Tecnología verde: los termos eléctricos no producen emanaciones gaseosas a la atmósfera, por lo que usando termos eléctricos también estarás contribuyendo con la preservación del medio ambiente.
Te recordamos que no existe un sistema de calefacción mejor que otro, todo depende de las necesidades y condiciones de cada usuario. Déjate asesorar por los expertos cuando sea el momento de decidir cuál sistema de calefacción te es más conveniente.